Sergio Asenjo
EditorA estas alturas no vamos a negar que llamamos mucho menos que hace unos años, cuando hablar por teléfono a diario era algo de lo más normal. Lo cierto es que a día de hoy tenemos un montón de alternativas para comunicarnos, lo que ha provocado que las llamadas pasen acaben pasando a un segundo plano y cada vez hablemos menos por teléfono. De hecho, el rechazo a las llamadas se ha convertido en algo habitual entre las generaciones más jóvenes y hay quienes solo llaman cuando no queda más remedio.
Aunque ya no hablo por teléfono tanto como hacía antes, sí que sigo usando el móvil para llamar. Eso sí, poco a poco he ido dejando a un lado las llamadas de voz tradicionales y adoptando alternativas a través de internet. En mi caso llevo años hablando por FaceTime, la aplicación de llamadas de audio y vídeo de Apple. El motivo principal es que la calidad del audio es mucho mejor que el de las llamadas tradicionales, por lo que siempre que puedo prefiero llamar usando esta alternativa.
Las llamadas de FaceTime se oyen mucho mejor que las tradicionales
FaceTime está disponible de forma gratuita tanto en el iPhone como en otros dispositivos del ecosistema de la compañía, por lo que podemos utilizar la plataforma para hablar con cualquier usuario que tenga habilitado el servicio. Dejando a un lado las videollamadas, FaceTime se ha convertido en la opción por defecto que utilizo para hablar por teléfono en los casos en los que la otra persona tiene un iPhone.
Si tienes un iPhone y nunca has usado FaceTime para hacer una llamada de voz, te recomiendo probarlo: seguramente te cueste volver a las llamadas normales. Aunque las llamadas tradicionales se escuchan bien, lo cierto es que las llamadas de audio de FaceTime se oyen mucho mejor: las voces son mucho más cristalinas, lo que hace que casi parezca que estás hablando con la otra persona cara a cara. Si vas a pasar un rato hablando, ese extra de calidad se agradece mucho.
Dejando a un lado la calidad del audio, las llamadas de voz de FaceTime tienen otras ventajas. Una de las más importantes es el cifrado de extremo a extremo, lo que significa que el emisor y el receptor de la llamada son los únicos en acceder al contenido. Además, al funcionar a través de internet no tenemos que depender de la cobertura que tengamos en cada momento, algo que puede venirnos bien si vivimos en una zona con mala cobertura. Y si tu operador te cobra por el establecimiento de llamada, esto no es problema con FaceTime.
Teniendo en cuenta la calidad de las llamadas de FaceTime, el consumo de datos no me parece nada desproporcionado. A modo de referencia, una llamada de audio reciente de 33 minutos de duración generó un consumo de 93,6 MB. Eso sí, la cifra puede variar dependiendo de muchos factores. Prueba de ello es otra llamada reciente, que en 43 minutos de conversación consumió 98,2 MB, cifra bastante similar a la anterior. En casa no es algo que suponga un problema y las tarifas actuales son lo suficientemente generosas como para que podamos hablar sin preocuparnos por el consumo de datos.
Hacer una llamada de audio con FaceTime es sencillo. Si tienes el contacto de la otra persona guardado, basta con buscar su ficha y pulsar el botón de audio que aparece en la sección de FaceTime. Alternativamente, puedes abrir la app FaceTime y realizar la llamada desde ahí.
Imagen de portada | Alejandro Alcolea (Xataka)
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